27.2.11

¿Quién dijo febrero?



Queridas Amapolas:

Quién nos lo iba a decir, ya estamos casi en marzo. Si el hecho de que febrero tenga 28 días supone un respiro en la cuestión económica...para esta persecución constante del tiempo, en la que los días se derriten irremediablemente ante nuestros ojos, es todo lo contrario. Ya estamos en marzo, ya. Y aquí nos pasamos el día soltando suspiros por las esquinas pensando en lo poco que nos queda de Lyon. He de confesar que solemos acompañar nuestros suspiros melancólicos de grandes dosis de azúcar, pero eso os lo contaré luego.

En este tiempo, desde la última vez que hablamos, ¡He ganado una medalla!. REsulta que estuve en Lille jugando la final de Francia de NAtional 1 de hockey sala. Quedamos terceras y nos dieron una reluciente medalla que va a ser uno de mis recuerdos más bonitos de este Erasmus. Tras el campeonato se terminó la temporada de sala y retomamos la hierba, dejando atrás muchos buenos momentos, algunas jugadoras, varias cervezas belgas, y el abrigo de una sala cubierta. Sin embargo nos hemos traído a la nueva etapa de hockey hierba el buen ambiente creado a base de viajes y partidos, y esta segunda vuelta se presenta cargada de partidos y viajes, y con u equipo bastante compacto (puede que el hecho de que nos hayan dado equipaciones completas to' guapas tenga algo que ver...).


Como siempre me pasa, comienzo escribir pensando en contaros algo y termino en un punto muy distinto, y es que esta entrada era para hablar del fin de semana que está ya quebrando. Todo comenzó el viernes, cuando mi amiga Shami tomó una decisión crucial en su vida. Hacerse rastas. Ante tal aconteciemiento, el comando patatilla se reunió y así dio comienzo el proceso que nos ha tenido presos todo el fin de semana, con Tomás como artesano capitán y los demás como asistentes, o simples incordios. Habiéndose ido mi compañera de piso a EStados Unidos a visitar a su hermano, mi casa se ha convirtió desde ayer en el cuartel general - peluquería. La primera sesión tuvo lugar en chez Tomás pero yo sólo estuve un rato porque tenía hockey, como siempre.



Sábado y domingo pueden ser resumidos en comida, risa, buena compañía, y como no, rastas. El sábado comimos un chili con carne (o chili con Carmen como ha pasado a llamarse) y a eso de las 19.00 Irene tuvo un momento de Lucidez diciendo: NUTELLA!, y así se hizo.
Salimos en busca de Nutella bajo la lluvia incesante lyonesa, Tomás hizo crepes y las comimos como si no hubiese un mañana acompañadas de NUTELLA, plátano, nata, canela, mantequilla, pera, mermelada....


El día de hoy ha sido parecido, para comer Shami a hecho un pollo thailandes increible y las rastas han sido terminadas.



Me queda la sensación de haber vivido una día muy largo con varias siestas por en medio, pero un gran día.
Os dejo fotos de este proceso estupendo que nos ha tenido ocupados todo el fin de semana. Cuando abril se acerque os hablaré de Amantea y mi proyecto de cortometraje en Semana Santa en Italia.

Un beso enorme de vuestra amiga, que os quiere.

Carmen


4 comentarios:

  1. queremos fotos!
    quiero azucar!
    quiero ver-te!

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  2. Me encantas!
    Leerte es delicioso, casi tanto como la pinta que tienen todos eso platos... y esas rastas.

    Te quiero!

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  3. 7:40 a.m Hostel Rio Janeiro


    Quiero un desayuno continental en nuestro reeencuentro!!!!

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